De mi amante Salvador
cantaré el inmenso amor;
gloriaréme en el favor de Jesús.
De tinieblas me llamó,
de cadenas me libró,
de la muerte me salvó, mi Jesús.
Coro:
¡Mi Jesús! ¡Mi Jesús!
¡Cuán precioso es el nombre de Jesús!
Con su sangre me limpió,
de su gozo me llenó,
de su vida me dotó, mi Jesús.
2
¡Oh, qué triste condición
de mi impío corazón!
Lo salvó de perdición mi Jesús.
Mi pecado perdonó,
de la ruina me salvó,
de la angustia me sacó mi Jesús.
3
Por el mundo al vagar,
solitario, sin hogar,
ignoraba el amor de Jesús.
Mas las lágrimas de ayer
han pasado, y hoy placer
ya comienzo a tener en Jesús.
4
De lo falso a la verdad,
de lo impuro a santidad,
ya me trajo la bondad de Jesús.
Y hecho fuerte en la virtud
de su perennal salud,
himnos doy de gratitud a Jesús.